Mis Acuarelas

No es fácil definir la pintura de J.M.Loyzaga, ya que pertenece a uno de los estilos más puros y limpios que existen: el estilo “Naif”.

J.M.Loyzaga a través de sus acuarelas nos transmite la sensibilidad e ingenuidad de ese niño que todos llevamos dentro, y él sabe hacerlo de una manera especial a través de los temas que refleja, los inocentes colores pasteles y la luminosidad que da a todas sus obras.

Es detallista al máximo, no encontramos una de sus pinturas en la que le se escape un detalle, desde cada una de las piedras de un camino o un muro, un fragmento de una teja (por pequeño que sea), cada uno de los trazos de una baldosa en una cocina o la mirada cansada y ojerosa de una vendedora de plátanos, que nos hace pensar en la incertidumbre que siente al no saber cómo será su venta del día.

Los colores y luminosidad que utiliza nos da la sensación de paz y tranquilidad, aunque, en algunas ocasiones también nos refleja algo de “soledad” tal y como están los soleados callejones en una calurosa tarde de verano.

Esto quizá es debido a que, precisamente la pintura Naif está al margen de cualquier aprendizaje académico, no se aprende ¡Se Siente! Y aquí está lo complicado de este estilo ingenuo y simple de pintura; esta línea pictórica es practicada por artistas dotados de un sentido plástico natural, el cual a J.M.Loyzaga le corre por la sangre.

Deleitándonos con su pintura nos damos cuenta, que cada una de ellas contiene en sí misma un cuento, un relato, una historia; la que nosotros y nuestra imaginación genere pues su arte nos la transmite y eso es lo importante en cada pincelada que contiene un cuadro, el arte en sí mismo: transmitirnos sensaciones, sentimientos y hacer que la imaginación vuele donde quiera.

Y esto J.M.Loyzaga lo hace con tan sólo su pincel, colores y sus artísticas manos.

 

Escrito por la mejor escritora que tengo, mi hemana.

María Dolores Loyzaga Martín.